lunes, 28 de octubre de 2013

El suicidio por destino


Dices que nunca lloras,
y espero que esta no sea la excepción.

Decirte adiós es lo más difícil,
que he hecho en esta vida,
pero ya no puedo hacer más para vivirla,
esta es mi decisión.

Tú, luz que iluminaste mi oscuro camino,
y ella, chispa que encendió este frío corazón,
me voy de nuestro mundo de fantasías y alegrías,
a vivir en mi cabeza tristezas y agonías.

Espero que perdones y no olvides,
a este fiel amante que te dio desilusiones,
más no pude darte,
solo motivos para quejarte.

Ahora eres libre de barrotes y cadenas,
de este amor que la vida te dio por condena,
ya cumpliste tu sentencia,
ya he borrado toda esencia.

Espero que perdones cada error,
yo pagare por ellos perdiendo tu amor,
no me arrepiento del dolor,
ya que ahora se lo que es amor.

Te pido me perdones amor mío,
por dejarte en esta vida,
que nos veremos en otra vida,
donde yo estaré a tu lado y tú al mío.

Se despide esta alma perdida,
llena de tristeza y de agonía.
                                            
                                            

No hay comentarios:

Publicar un comentario